Los productos son excepcionales solo si somos capaces de colocarlos en su mejor marco de referencia. Ahí, sobresalen de la competencia y el cliente entiende el valor que aportamos. Hoy hablamos de algo que sigue siendo clave para el éxito de tu producto digital. Teniendo en cuenta la aceleración de la digitalización, (una de las tendencias más importantes que resaltamos en nuestro escenario de la Economía de la Proximidad Responsable post Covid) hoy, más que nunca, debemos aprender cómo posicionar un producto digital.
El posicionamiento es el lugar que ocupas en la mente de tus clientes. April Dunford, autor de “***Obviously awesome***”, define el posicionamiento de producto como la “creación del contexto adecuado”. Esto es: el frame.
Como explica en su libro, un cliente que no conozca tu marca, al encontrarse con tu producto en el entorno digital, buscará referencias contextuales para hacerse una idea de lo que le puedes aportar: tu lenguaje, canales utilizados, precio que aplicas, comentarios de otras personas…Y en ese momento te va a posicionar. Te va a colocar en algún lugar de su mente.
Si, desde ese momento, tienes un mal posicionamiento, puede ser el fin de la relación de ese usuario con tu producto.
Es obvio pues que las decisiones que tomes para posicionar y contextualizar tus productos tendrán un alto impacto en tu negocio.
Un mal posicionamiento puede provocar que potenciales clientes no entiendan lo que vendes. O peor, que los clientes actuales piensen que tu producto es malo. Y te abandonen.
La confusión llega generalmente cuando hay una desconexión entre lo que creemos que es nuestro posicionamiento, respecto a cómo el mercado nos posiciona realmente.
Y eso acaba provocando que tu producto se quede perdido en un mar rojo repleto de competidores más listos que tú.
Un ejemplo de compañía que supo cambiar su posicionamiento es la startup española Nannyfy. Fue creada como un servicio digital de niñeras de confianza a domicilio: un marketplace, el tradicional “uber de…” las niñeras. En 2020, la compañía asumió la pandemia como una oportunidad para ampliar su modelo de negocio y pivotar el posicionamiento. Abrieron Nannyfy TV, un lugar donde los niños y niñas pueden disfrutar de contenido online dirigido por Nannies expertas, junto a otros niños de su misma edad. Una empresa de niñeras ahora es una empresa de entretenimiento infantil online. Ajuste del posicionamiento con el cambio de contexto. ¡Importantísimo!
“Pasamos de ser un marketplace a una plataforma de contenido digital para fomentar el entretenimiento, la interacción y la socialización de los más pequeños de la casa (3-12 años)”, explicaba la fundadora Clàudia De la Riva a la revista Emprendedores en enero de 2021.
La verdad es que la mayoría cree saber lo que es el posicionamiento. Pero pocos sabemos cómo hacerlo. Y es lógico. El reto es complejo:
Y además, nosotros mismos nos lo hacemos más difícil todavía. Nuestra propia naturaleza, a través de los sesgos cognitivos anti-innovación, no nos ayuda a superar las complejidades del posicionamiento digital.
Caemos en nuestro propio marco mental (limitado), pensando que nuestro producto solo puede ser una única cosa. El error es querer mantener el marco de lo que intentábamos construir con nuestro producto, cuando el cliente lo entiende y adopta como otra cosa distinta. Esto es posicionar “By default”. Directos al fracaso.
El mercado cambia, pero tú mantienes tu posicionamiento inicial. Lo contrario de lo que hizo Nannify, vamos.
Algunas alertas que puedes utilizar para saber si estás mal posicionado son:
Tu posicionamiento en un mercado viene determinado principalmente por 3 ejes, que detallamos a continuación:
Como nos comenta Ferran Vilà, CEO de Born Rosé de vinos y espumosos de gran éxito a nivel internacional, “es clave pensar y trabajar desde la unique value proposition, más que desde las características de tu producto, que son solo una parte de ella. Es clave en el entorno digital para que el cliente entienda quién eres”.
Un buen ejemplo de marca con un posicionamiento y un tono definidos, ajustado a lo que quiere contar, es Dove. Esta marca fue la primera que se apropió con contundencia del territorio de la “belleza real”. Este discurso hoy es bastante conocido, y muchas marcas se han ubicado allí. Pero en su momento (hace más de 10 años), Dove tomó la iniciativa no solo al hablar de ello, sino al demostrarlo.
Su tono es cercano, honesto, empático e inclusivo con las mujeres y estas bases han guiado todas sus acciones desde entonces: los anuncios, las modelos, las acciones de redes sociales. ¡Es un buen ejemplo de coherencia de marca!
Como nos cuenta Cristina Mengual, CEO de la agencia de comunicación La Isla Agency: “Es imprescindible contar con un universo de marca desde el cual posicionarnos. Como consumidores no adquirimos un producto: compramos el entorno de una marca o proyecto. Una historia y una narrativa con las que nos identificamos y que funcionan como incentivo de compra. Dar forma a este imaginario es esencial para construir valor, generar impacto y posicionar cualquier producto”
Anuncio 2020 “Tu pelo tu elección” de Dove México.
April Dunford propone en su libro los siguientes 5 pasos:
Ahora ya estás listo para crear un “frame” que ponga tus fortalezas en el centro. Puedes seguir 3 estrategias:
Como paso extra, puedes apoyarte en alguna tendencia para reforzar la estrategia, ya sea tecnológica (IA, blockchain, plataforma…), o social (slow life…). Consulta nuestro mapa de tendencias SDLI para asegurarte que lo haces bien. 🙂
1- No te quedes con tu posicionamiento by default de partida. Un gran posicionamiento se trabaja y se redefine con el tiempo, ajustándose a los cambios del entorno.
2- Un producto puede tener varios posicionamientos en paralelo para varios mercados. De hecho, la mayoría de los productos pueden ser muchas cosas distintas para muchos tipos de clientes distintos.
3- “No puedes ir al norte y al sur al mismo tiempo”. Mantén la congruencia de lo que haces.
4- Necesitas descubrir intencionadamente qué y quién eres para el cliente, para poder posicionarte bien.
5- Muchas compañías tienen un posicionamiento débil porque simplemente no entienden quién es su alternativa competitiva. No caigas en este error. Entender lo que los clientes ven como alternativa nos llevará a los diferenciadores.
6- Para posicionar, debes pensar en los atributos que te hacen único, no en todos los atributos que ofreces.
7- Tu objetivo debe ser posicionarte en un mercado que haga obvias las fortalezas de tu producto para tu target.
8- Utiliza cuidadosamente las tendencias para ser más atractivo, sin abusar de ellas.
9- No entres en pánico: que tu producto no guste no tiene por qué significar que sea malo. Puede significar que no ha encontrado el mercado o el “frame” para el que es bueno.
10- No creas que tu posicionamiento depende estrictamente de tu producto. El concepto clave es tu “unique value proposition” o propuesta de valor: ¡nunca olvides trabajar el contexto!
Contacta con nosotros y vemos cómo te podemos ayudar.
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