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El modelo de suscripción es un tipo de modelo de negocio que se ha consolidado en múltiples sectores durante los últimos años, de forma acelerada tras la Covid-19. Se trata de una evolución compleja, pero al mismo tiempo natural, en la medida en que las organizaciones intentan acercarse al cliente y ofrecer valor de forma más personalizada y recurrente. ¿Te has planteado tú también aplicar un modelo de suscripción a tu negocio? Los números juegan a tu favor: las empresas basadas en la economía de la suscripción han crecido 4,6 veces más rápido que las empresas del 500S&P durante la última década, según el Subscription Economy Index publicado por Zuora en febrero de 2022. Hoy repasamos algunos casos de éxito de compañías referentes que han aplicado el modelo de suscripción, y compartimos algunos de los aprendizajes.
Lo primero, como es tradición, una lectura recomendada ya incluida en la Biblioteca de Innovación de SDLI: “Subscribed: Why the Subscription Model Will Be Your Company’s Future—and What to Do About It”, de Tzuo, Tien y Weisert, Gabe.
Un modelo de suscripción es un modelo de negocio en el que el cliente tiene acceso a un servicio a través de una cuota, que paga de forma recurrente. Así, en lugar de vender productos de forma individual cuando el cliente quiere o “pasa por ahí”, bajo el modelo de suscripción:
Generalmente, la renovación de la suscripción suele ser automática, esto es, sin intervención del usuario, a no ser que éste indique lo contrario.
El modelo de suscripción ofrece una serie de beneficios respecto a la venta directa ocasional, los siguientes:
Es importante comprender que hay distintas fórmulas de modelo de suscripción, que resumimos de forma breve aquí:
Entre las industrias que tradicionalmente aplican este modelo de negocio se encuentran la telefonía, la energía, los gimnasios, o los proveedores de contenidos.
Pero cada vez más, nuevos sectores como el del consumo, la cosmética o la alimentación están experimentando con este tipo de modelos de negocio, como es el conocido caso de One Dollar Shave Club, compañía que nació a través del crowdfunding, para pasar a ser comprada por Unilever en 2016 por 1.000M USD.
En España, existen múltiples casos de startups y empresas consolidadas que trabajan bajo el modelo de suscripción, tal y como https://lentillas.hawkersco.com/, https://www.thecolvinco.com/, https://wetaca.com/ , www.eldiario.es, o https://www.fontvellaencasa.es/ .
Os recomendamos este capítulo del podcast de Product Hackers en el que Andrés Casal de Wetaca, startup española que quiere ayudarnos a comer rico y saludable a diario sin necesidad de que nos tengamos que preocupar por la logística que ello implica.
No es oro todo lo que reluce en cuanto a la implementación de modelos de suscripción. Veamos algunas de las principales dificultades:
Durante el primer trimestre de 2022, tras el anuncio de caída de suscriptores de Netflix y su posterior caída en bolsa, muchos cuestionaron el futuro de los modelos de suscripción.
Pero los números de las empresas del Subscription Economy Index hablan por sí mismos, y sobre todo, se trata de un modelo que viene aplicándose desde hace mucho tiempo y no es exclusivo del sector de los contenidos digitales.
A nivel anecdótico, ya en 2003, Steve Jobs anunciaba en la revista Rolling Stone que “The subscription model of buying music is bankrupt”. Por supuesto, visto lo que vino después, nada más lejos de la realidad. Y ya que estamos con el sector de la música (sector referente en el ámbito de los modelos de suscripción con Spotify a la cabeza), hay que decir que los que fueron pioneros fueron Bowie y Prince.
Pero sigamos con los aprendizajes.
Ya hemos dicho que las compañías que desarrollan modelos de suscripción de éxito crecen más rápido que las compañías centradas en producto. Como ejemplo, un botón: el New York Times vio más que doblar los clientes “millenials” en un año, tras implementar el modelo de suscripción. Su transformación les ha llevado en realidad a trabajar como un modelo SaaS. Y varios expertos afirman que si se hubiera fundado hace 5 años, valdría 40.000MUSD, gracias a sus muy buenos indicadores:
El modelo de suscripción se está aplicando en sectores de todo tipo, también sectores industriales basadas en producto. Es el caso de Fender: un caso de éxito sobre cómo una compañía que vende guitarras impulsa un nuevo modelo de negocio de suscripción a través del cual ayuda a personas a aprender a usar las guitarras.
Hoy en día, el cliente vive cada vez más esperando que el producto o servicio que desea esté disponible en cualquier momento y lugar. Espera inmediatez. Busca acceso a servicios, más que a propiedad de productos. Se enamora de la marca que le da este acceso y es capaz de sorprenderle de forma constante. Y si no, te deja.
Los modelos de suscripción son la representación máxima del customer centricity. No son empresas “product first”. Sino customer first. En lugar de segmentos de cliente, conocen a cada cliente. Y son capaces de ofrecerles su propia y única experiencia de uso.
Estas compañías entienden que su modelo de negocio es el de la necesidad que cubren, más que el producto que ofrecen: hacer a alguien quedar bien en una cita. Llevar a alguien rápido de un sitio a otro, etc.
El gran poder de los modelos de suscripción es el “customer id”. Con este modelo de negocio, las empresas conocen a sus consumidores (cada uno de ellos) por el uso que hacen de su suscripción. Ya no hay segmentos de clientes. Hay clientes individuales.
Por ejemplo: Apple se preocupa no tanto del número de móviles vendidos, sino de las Ventas por usuario (ID). Por eso, puedes ir a cualquier tienda del mundo, dar tus datos y tener una experiencia adaptada a tí. También puedes ir a la web de Starbucks y ver todo lo que te has tomado en sus tiendas.
Para las compañías que han implementado modelos de suscripción, Internet deja de ser un canal más de transacción, para pasar a representar la palanca para crear relaciones circulares y dinámicas.
Son compañías que han realizado el paso de una cadena de valor lineal a una circular: en ella, todo ocurre dentro del ciclo de la suscripción, y en el epicentro, más que el producto, está el cliente, al que acompañan, más que venden.
Pasamos de negocios organizados por producto y canal a compañías organizadas por tipología de cliente:
La idea detrás del modelo de suscripción es hacer sentir al cliente más como miembro de un club privado que como clientes.
Las nuevas preguntas son: ¿Que debemos hacer para establecer relaciones de largo plazo? ¿Cómo podemos sorprender recurrentemente? ¿Cómo podemos ofrecer valor recurrente?
Y por estas mismas razones, es importante no caer en tácticas de venta pensadas solo para el corto plazo, como por ejemplo:
Una de las claves para construir modelos de suscripción sólidos es el rol de las áreas de finanzas de las organizaciones como partners clave para desarrollar e iterar el modelo de forma ágil y en continuo.
La base de los negocios de suscripción se resume con el ciclo de Adquisición – Retención – Monetización.
Las organizaciones que quieran implementar un modelo de suscripción necesitan construir un mínimo sistema de analítica que les permita capturar información del cliente a tiempo real. No es solo vender. Es saber cómo mejorar el negocio a través de los datos de forma recurrente.
Para alcanzar este objetivo, aparecen preguntas nuevas:
Las compañías con modelos de suscripción de éxito son ágiles para experimentar en todos estos ámbitos. Por ejemplo, el Financial Times, al iniciarse el fin de semana del Brexit, eliminó su “paywall”, y anunció ofertas de suscripción, lo que les generó un 600% más de suscripciones que la media de resto de fines de semana del año.
Y para poder llevar a cabo estos experimentos, es necesario que todas las áreas de la compañía tengan esta visión, y entre ellas, principalmente, el área de Finanzas.
Mayor capacidad de influir en las decisiones de las compañías. Mayor información y conocimiento de lo que quieren y necesitan. Mayor facilidad de cambiar de proveedor. Mayor capacidad incluso de producir sus propias soluciones sin necesidad de un proveedor. Mayores niveles de exigencia de las soluciones que reciben. Y al mismo tiempo, poc fidelidad si el proveedor no está a la altura. Por todas estas razones, vivimos en la era del cliente, más que la del producto.
Pero muchas compañías no se han enterado todavía y se quedan en las palabras: Customer Journeys de salón , mucho tiempo a workshops “empatizando” con el cliente. Y después el análisis financiero y el budgeting es todo “product- oriented”. No hay visión en ellos de lo que los clientes valoran, del para qué nos compran. Del qué somos para ellos.
Si crees que te podemos ayudar en tu camino a la user centricity y la aplicación de modelos de suscripción que hagan crecer tu negocio, ponte en contacto con nosotros.
¡Cocrearemos un plan de acción!
Te recomendamos que consultes estos artículos de interés:
Creating consumer–and business–value with subscriptions | McKinsey
La era del ‘homo suscriptor’ | Negocios | EL PAÍS (elpais.com)
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