Los humanos somos seres sociales. La comunicación es una parte esencial de nuestro día a día. Se calcula que comunicamos el 90% de tiempo en nuestra vida cotidiana; 45% escuchando, 30% hablando, 16% leyendo y 9% escribiendo. Pasamos el día rodeados de personas; por este motivo, es muy importante aprender a entender a los demás, y comunicarnos y transmitir información de manera efectiva.

La importancia de la comunicación incrementa si de esta depende el éxito o el fracaso de nuestra idea o proyecto. Cuando tenemos un proyecto necesitamos atraer recursos y convencer a agentes externos para que apoyen nuestra idea. ¿Imposible? ¡No! Pero debemos tener en cuenta que comunicar bien es clave para lograr el éxito. Podemos tener el mejor proyecto del mundo, pero si no lo sabemos comunicar, este morirá.
En la comunicación no sólo lo que dices es importante. Sino que tus gestos, expresiones faciales, el tono de voz y los movimientos de las manos juegan un papel fundamental para lograr que la transmisión de información sea efectiva.
A continuación, presentamos tres áreas de alta importancia para comunicarnos; el mensaje, la voz y el cuerpo; y 17 claves para una comunicación efectiva de nuestro proyecto.
Mensaje
¿Cómo debe ser nuestro mensaje para llegar al público y, lo más importante, conseguir que nos recuerden? Como dijo la escritora y pionera en aviación Anne Morrow Lindbergh; “Una buena comunicación es estimulante como un café negro y hace igual de difícil dormir después”. ¿Cómo podemos conseguirlo? A continuación, os presentamos 6 recursos del mensaje que harán que tu mensaje sea recordado por la audiencia.
1. Inicio impactante
El principio de la presentación es muy importante. Tienes que captar la atención de la audiencia y conseguir mantenerla. No pierdas mucho tiempo explicando quién eres, ¡empieza entreteniéndolos! ¿Cómo puedes hacerlo? Algunos de los recursos que proponemos son: contar una historia, hacer una pregunta retórica o provocativa, presentar datos que impacten o enseñar una imagen poderosa.
¿Un ejemplo? La fotógrafa Lisa Kristine viaja por el mundo documentando la dura realidad de la esclavitud en la actualidad. En la TEDTalks que llevó a cabo en enero de 2012 en Maui, comenzó su presentación con una historia realmente impactante acompañada por imágenes aún más estremecedoras que logró cautivar la atención del público desde el primer segundo. Lo podéis comprobar vosotros mismos en el siguiente vídeo.
2. Pasión
Después de una cita, una conferencia o una película recordamos mucho más como nos han hecho sentir en su transcurso que lo que han dicho.
El primer elemento que nunca falta en un buen ponente es la pasión por lo que cuenta. Si el ponente emociona, nosotros nos emocionamos. Si el ponente apasiona, nos apasionamos. Así que la mejor manera de realizar una presentación apasionante es poniendo eso, mucha pasión.
Benjamin Zander es un director de orquesta que hizo una ponencia titulada “The transformative power of classical music“. En esta nos habla de su pasión por la música clásica. ¿Lo más mágico? Consigue transmitir esta pasión con su presentación. ¿Deseas sentir lo que sintió el público de Benjamin Zander ese día? ¿Os queréis emocionar? A continuación, os dejamos el vídeo de su ponencia.
3. Sentido del humor
Si consigues utilizar el humor con destreza harás que el público esté menos tenso y, por tanto, sea más receptivo a tu mensaje. ¿Cómo podemos hacerlo de manera eficaz?
Antes que nada, debemos tener en cuenta quién es nuestro público. Qué edad tiene, y cuáles son sus intereses. Es importante que esta parte humorística esté integrada en el discurso. Si estás pensando en contar una broma sólo porque es buena, no lo hagas. Debe ser relevante.
También es muy importante sólo reír de lo que conocemos para intentar no ofender a nadie, reír de aquellas cosas que hemos vivido o conocemos de primer mano. Esto lo pone en práctica de manera excepcional Maysoon Zayid, en su ponencia titulada “I got 99 problems … palsy is just one.” En su ponencia nos cuenta con mucho humor como es su vida con parálisis cerebral. ¿Te gustaría reír un rato con Maysoon Zayid?
4. Storytelling
¿Recuerdas aquellas historias que te contaban de pequeño? ¡Yo sí! Este es el poder de saber contar historias. Estas viven en la mente de los oyentes a menudo años y años. No importa la edad que tengamos, siempre nos cautivará una historia bien contada. Por este motivo, introducir historias como parte de tu discurso hará que este mejore.
Contar una historia es muy buen recurso; ya sea para explicar cómo se ha llegado al producto o idea o para introducir el tema en general.
¿Cómo debe ser esta historia? Andrew Stanton nos lo explica en su TEDTalks: The clues to a great story.
Y, por último, pero no menos importante:
5. On time
Cumplir estrictamente el tiempo establecido para realizar tu presentación es muy importante ya que es una muestra de respeto hacia el público.
6. Simplicidad
Concéntrate en tu mensaje central. Si detectas que hay algo que quieres decir pero que no enriquece este mensaje, no la digas.
Voz
El mensaje es como utilizas las palabras, la voz es como creas el sonido. Para tu público tu voz es parte de quien eres y de lo que crees. Los siguientes consejos te ayudarán a utilizar tu voz de forma eficiente cuando hagas presentaciones.
1. Cambiar el ritmo
Utiliza el ritmo para acompañar el significado de tus palabras. Habla más lento para poner más énfasis en ciertas ideas. Habla rápido para mostrar emoción o humor. Pero, sobre todo, no corras, ¡recuerda respirar!
2. Ajusta el volumen
Cambia el volumen cuando hablas para evitar ser monótono y para acompañar a la audiencia en tu mensaje. Sube el volumen cuando llegas a los puntos claves.
3. Silencios
Cuando estás a punto de decir la parte más importante de tu mensaje, haz un silencio antes y después de decirlo. Tú mismo te darás cuenta del poder de tu silencio. Recuerda que seguramente esta pausa se hará más larga para ti que para tu público; lo que para ti puede parecer demasiado puede ser el silencio correcto. Recomendamos un silencio de 5 segundos antes o después del mensaje clave.
Cuerpo
¿Qué no debemos hacer cuando presentamos?
1. Cruzar los brazos / manos
Cuando cruzas los brazos, el mensaje que emites es que no estás abierto a los demás, que tienes miedo. Muestra a la audiencia que estás a la defensiva y este es totalmente el mensaje contrario al que queremos dar. Por otro lado, cruzar las piernas transmite nerviosismo y falta de profesionalidad. Cosas que también quieres evitar.
Cuando presentas, tienes que mostrar confianza en tu mensaje. Para conseguirlo, tienes que mantener la espalda recta, la cabeza arriba, y el pecho y los brazos abiertos.
2. Dar la espalda al público
Parece imposible, ¿no? ¡No lo es! Mucha gente da la espalda al público cuando realizan presentaciones para señalar una pantalla o enseñar un objeto.
No des nunca la espalda al público si no quieres perder por completo su atención. Hacerlo transmite que no te importan y, además, es de mala educación. El público necesita verte la cara para conectar contigo. Por tanto, si quieres mostrar algo de la pantalla, simplemente ponte de lado y señala.
3. Evitar el contacto visual
Evitar el contacto con los ojos es algo que las personas inseguras hacen inconscientemente para evitar la confrontación. Pero la persona que presenta debe sentirse segura y tener confianza, y la manera de mostrarlo es mirando a la gente a los ojos. Cuando mires a la gente a los ojos, estos mostrarán más atención hacia ti y hacia lo que dices ya que se sentirán parte de tu comunicación.
4. Mirar a un único lugar del auditorio
Mirar a un único lugar de la audiencia no es una buena decisión ya que la gente se da cuenta de que no miras a nadie. Por el contrario, si miras a más de una persona, estos sienten que importan y prestan más atención a lo que dices.
5. Estar en el mismo lugar durante toda la presentación
No moverse durante toda la presentación es un error. Nuestro cerebro necesita movimiento para estar alerta. Moverse por el escenario mientras presentamos es muy útil para mantener al público atento.
6. Caminar demasiado rápido o masa rato
Aunque te aconsejamos que te muevas por el espacio, no lo exageres. Si caminas todo el tiempo y demasiado rápido la gente pensará que estás nervioso y ellos también se empezarán a poner nerviosos. Claramente, este no es tu objetivo. Tienes que aprender a caminar cuando esto tiene sentido y ayuda a transmitir el mensaje.
7. Repetir mucho los mismos gestos
¿Has visto alguien presentando y haciendo el mismo gesto todo el rato indiferentemente del mensaje? ¿Tiene sentido? No, no la tiene. Tus gestos deben servir para dar énfasis a tu mensaje. Si no es así, tus movimientos serán un obstáculo para la comunicación.
8. Olvidar sonreir
Si no sonríes al público te puede ver como una persona seria, pero incluso malhumorada y por este motivo pueden evitar hacerte preguntas y seguro que no participarán en ningún debate. Toda la presentación estará comprometida por este hecho. Sonrisa es la mejor manera de hacer sentir a tu público cómodo y con ganas de escuchar.
“Comunicar es una habilidad que puedes aprender. Es como ir en bici o escribir. Si estás dispuestos a trabajarlo, puedes mejorar rápidamente esta calidad en cada parte de tu vida.”